Trump; cicatrices de una estafa
- Cicuta Noticias
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura

Por Jaime Flores Martínez
Miércoles 9 de abril del 2025.- En el vasto catálogo de promesas incumplidas que han cruzado nuestras fronteras, pocas resuenan tanto como la del “Trump Ocean Resort Baja México”. Un proyecto que, con el respaldo del magnate Donald Trump, prometía transformar la costa de Baja California en un enclave de lujo.
Sin embargo, lo que se erigió no fueron torres majestuosas, sino un monumento al engaño y la desilusión.
En el año 2006, el consorcio Irongate Capital Partners, una desarrolladora de bienes raíces de Los Ángeles, inició la preventa de lujosos condominios y un hotel en Playas de Tijuana. La figura de Trump, junto a su hija Ivanka, se exhibía como garantía de éxito.
La promesa era que este desarrollo sería “el próximo Los Cabos”.
En ese tiempo, los precios de las unidades oscilaban entre 350 mil y 900 mil dólares, y en un solo día se vendieron casi 200 apartamentos.
Aun así la construcción nunca comenzó y para 2009 el proyecto se declaró en quiebra.
Donald Trump, fiel a su estilo, se deslindó del fracaso al argumentar que solo había prestado su nombre para el proyecto. Sin embargo, documentos revelaron que ni Irongate ni las filiales de Trump tramitaron permisos de construcción ante las autoridades mexicanas.
En 2016, Jaime Martínez Veloz presentó una denuncia por fraude fiscal contra Trump y ahí se subraya que no se habían pagado impuestos al fisco mexicano por las preventas realizadas.
Respecto a la prescripción de la denuncia, los delitos fiscales en México tienen un periodo de prescripción que varía según la gravedad y las circunstancias del caso. Dado que han transcurrido varios años desde la presentación de la denuncia en 2016, es probable que, de no haberse ejercido acción penal o continuado el proceso, la acción legal haya prescrito.
En este caso, para una confirmación precisa, sería necesario desenterrar los registros judiciales algo que se antoja difícil pues Trump es el actual presidente de Estados Unidos.
En relación a los compradores afectados, alrededor de 69 inversionistas que aportaron aproximadamente 32 millones de dólares se encontraron con las manos vacías.
Muchos de ellos, enfrentados a costosos procesos legales en Estados Unidos no pudieron continuar con las demandas.
Aunque algunos lograron acuerdos extrajudiciales, la mayoría vio esfumarse sus inversiones.
Este episodio deja una lección clara: las promesas de grandeza, cuando no están respaldadas por acciones concretas y transparencia, se desvanecen como castillos en el aire y deja detrás solo escombros de confianza y sueños rotos.
Comments