Pablito Ruiz
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Cicuta
Jaime Flores Martínez
Pablito Ruiz
Lunes 28 de abril del 2025.- Sospechosamente “desaparecido” desde la escandalosa incautación de 8 millones de litros de huachicol en Ensenada (a principios de mes), el agente aduanal Roberto Ruiz Armas apunta ser el tercer eslabón en una cadena de corrupción que representan “ganancias billonarias”. Algunos cálculos estiman que la ganancia en los últimos 5 años supera los 5 mil millones de pesos.
Y aunque el pasado lunes Cicuta refirió que Ruiz Armas podría ser la punta de una enredada madeja de corrupción que incluye encumbrados políticos del actual gobierno, todo parece indicar que —si observamos el tamaño del negocio— quedaría claro que Ruiz Armas es solamente una pieza de un enorme rompecabezas.
El asunto es que este hombre, agente aduanal (patente número 1656), se prestó durante los últimos años a introducir a México miles de pipas cargadas de hidrocarburos, aunque solamente unas cuantas pagaron los correspondientes impuestos de importación.
En los subterfugios de la rampante corrupción, a este tipo de introducciones ilegales los responsables de meterlos a México los identifican como “negros”.
Por ejemplo, Ruiz Armas detonó la importación de maquinaria pesada por la Garita de Mexicali a través de los famosos amparos, aunque de cada cien únicamente un par pagaban impuestos y lo demás eran “negros”.
Seguramente, durante la primera etapa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “alguien” le dijo al entonces director general de Aduanas del país Ricardo Peralta Saucedo que un par de agentes aduanales de Mexicali habían puesto en práctica un innovador método de ingresos de mercancía a México y que seguramente aceptarían entrarle al negocio del “huachicol fiscal”, es decir, sin el pago de impuestos.
Y aunque ahí trascendió que uno de los agentes aduanales era Hiram Rojas Hernández, los interesados observaron que Roberto Ruiz Armas podía resultarles más útil.
En su somera investigación conocieron que Ruiz Armas, a quien conocen como “Pablito Ruiz” hizo sus pininos en el área aduanal a principios de los años 2000.
Además de trabajar como ayudante en una empresa mexicalense dedicada a la importación de vehículos usados procedentes de Estados Unidos, Pablito Ruiz se ofrecía para cruzar los vehículos susceptibles a importación a Estados Unidos.
Si acaso alguien ignora esta medida, todo vehículo estadunidense que sea importado a México, está obligado a integrarse a un registro previo que realizan las autoridades norteamericanas.
Si acaso alguien quiere importar un automóvil que ya está en suelo mexicano, entonces deben internarlo de nuevo a Estados Unidos y justo ahí es donde entraba Ruiz Armas.
Hay quien asegura que Pablito Ruiz (léase Ruiz Armas) cobraba 40 dólares por cruzar cada vehículo a cada dueño que solicitaba la importación.
Tanta era la necesidad o ambición de Ruiz Armas que aprendió los vericuetos aduaneros y se aplicó hasta conseguir su patente en el 2012 con sede en San Luis Río Colorado, Sonora.
Cuenta la leyenda que, al conocer a alguien con ambiciones similares a las propias, Ruiz Armas decidió hacer mancuerna con Hiram Rojas Hernández otro agente aduanal a quien se le conoce como “cara de piedra”.
La versión de algunos es que la visión o ambición de Ruiz Armas lo hizo dedicarse al lucrativo negocio de introducción de maquinaria pesada, pues mientras la mayoría de sus similares dedicaban su tiempo a utilizar amparos para la importación de automóviles, el dedicaba su tiempo a traer maquinaria pesada usada de los Estados Unidos.
Seguramente alguien no batalló mucho para convencerlo que meter a México hidrocarburos sin el correspondiente pago de impuestos era un gran negocio.
Total, su labor consistiría solamente en importar legalmente un par de pipas de combustible y las otras 98 ingresarían como “negras”, aunque todas irían directamente a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
¡Pemex vende el huachicol!
Ruiz Armas pudo saber que “en lo más alto” del poder político del país se encontraban los ideólogos de tan redituable negocio, situación que le inyectó confianza.
Aunque no existen certezas sobre el asunto, una versión confiable supone que detrás de la invitación a Ruiz Armas, se encuentra la sombra del ex director de Aduanas Ricardo Peralta Saucedo, quien en este caso apunta ser el segundo eslabón de la cadena.
¿Y el primero?
Dicen que esta oculto en alguna habitación de Palacio Nacional, aunque —dicen— debía estar en un rancho de Palenque, Chiapas, aunque ahora el más visible es uno de sus vástagos a quien le apodan Andy.
Invisible
Al inicio de este texto el columnista refirió que desde principios de mes, el agente aduanal Roberto Ruiz Armas está “desaparecido”.
Desde la ruidosa incautación de huachicol del Sauzal en Ensenada, Ruiz Armas no se ha dejado ver.
Incluso algunos de sus conocidos supusieron que su ausencia se debía a su detención y traslado a la Ciudad de México, aunque esto se mantiene debajo de la tierra.
Otros dicen que pudo ser secuestrado, aunque esta versión pierde peso ante el silencio de su familia.
Si acaso Ruiz Armas puso tierra de por medio en espera que se calmen las aguas, este hombre también debe entender que su libertad pende de un hilo porque el castillo de arena se desmorona todos los días por la acción de una palita manejada por el secretario de Seguridad Ciudadana Omar García Harfuch.
Lenia
Gritos, abucheos e insultos recibió el sábado pasado la ministra Lenia Batres Guadarrama a su llegada al Estado de Tabasco.
En su intento de quedarse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la señora Batres parece que está dispuesta a recibir actitudes de repudio.
Alguien que evidentemente tiene sangre chaira asegura que la permanencia de Batres en la Corte “ya está planchada”.
Solo así puede entenderse que sea tan tolerante.
Positivo
Qué bueno que la presidenta de México Claudia Sheinbaum metió reversa en la iniciativa sobre la reforma a la Ley de Telecomunicaciones.
Y es que hay quien asegura que la intención presidencial es “censurar” todas aquellas voces que no coincidan con las actuales políticas.
También calificada como Ley Censura, la mencionada reforma será objeto de discusión, análisis e incluso modificaciones a la redacción, ordenó el fin de semana la presidenta Sheinbaum.
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