
Columna Horas Extras
Por Daniel Lee Vargas
Ciudad de México 24 de febrero 2025.- Hace años ya escribía sobre si los robots nos estarían reemplazando en nuestros empleos; “el futuro nos alcanzó” decía, pero ahora también la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto de ciencia ficción para convertirse en una fuerza transformadora en el mundo laboral.
Para algunos, es el principio del fin de muchas profesiones; para otros, una ventana de oportunidades sin precedentes. La pregunta clave no es si la IA reemplazará empleos, sino quiénes estarán preparados para adaptarse y prosperar en esta nueva era.
La automatización ya no es exclusiva de las fábricas ni de procesos repetitivos. Hoy, la IA escribe artículos, analiza datos, crea imágenes y hasta resuelve problemas legales. Su capacidad de aprendizaje y evolución desafía nuestras ideas sobre el trabajo y la creatividad humana. En este contexto, quedarse inmóvil no es una opción. Mientras algunos ven una amenaza, otros encuentran un trampolín hacia mejores oportunidades laborales.
Para el 2025, se proyecta la creación de más de 10 millones de empleos en tecnología en Latinoamérica. No se trata de una cifra menor: son diez millones de vacantes que requieren habilidades en programación, análisis de datos e inteligencia artificial. ¿La mejor parte? Muchos de estos trabajos serán remotos, permitiendo a profesionales trabajar para empresas extranjeras sin salir de su país y recibir salarios en divisas fuertes.
El diferencial económico es evidente. Mientras el salario promedio en México se mantiene en niveles modestos, los empleos tecnológicos pueden llegar a triplicar estos ingresos. La diferencia entre quienes acceden a estas oportunidades y quienes se quedan rezagados radica en un solo factor: la preparación.
El problema es que en México, solo entre el 3% y 5% de los estudiantes elige carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Es decir, hay una enorme brecha entre la oferta y la demanda de talento en tecnología. Sin una estrategia educativa y laboral que fomente el aprendizaje en estas áreas, miles de empleos bien pagados quedarán sin cubrir.
La IA no es una amenaza en sí misma; el verdadero riesgo es la falta de acción. El avance tecnológico no se detendrá, y quienes no se adapten podrían quedar marginados en un mercado laboral cada vez más competitivo. La capacitación continua y la adquisición de nuevas habilidades son esenciales para no quedar atrás.
Afortunadamente, nunca ha sido tan accesible aprender sobre tecnología. Hoy en día, existen múltiples cursos gratuitos y de bajo costo que permiten a cualquier persona adquirir conocimientos en IA, programación y análisis de datos. La oportunidad está al alcance de quienes decidan tomarla.
Imaginar un futuro con trabajo remoto, flexibilidad horaria y mejores ingresos no es una utopía; es una posibilidad real para quienes den el primer paso. La IA no vino a quitarnos el trabajo, sino a redefinirlo. La decisión está en nuestras manos: evolucionar con la tecnología o quedar atrapados en un mundo que avanza sin nosotros. ¿Tú como ves?
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