Por Daniel Lee Vargas
Ciudad de México, 1 de marzo de 2025.- Más allá de ser un simple flujo financiero a través de remesas, nuestros paisanos mexicanos desempeñan un papel fundamental en la economía estadounidense. Desde la satisfacción de la demanda laboral hasta el impulso del consumo y el aporte fiscal, su impacto es innegable.
Ante esta realidad, lo que es necesario es avanzar hacia esquemas de colaboración y reciprocidad que reflejen una responsabilidad compartida entre ambos países en materia de desarrollo y migración. La contribución de los migrantes mexicanos en Estados Unidos es un tejido complejo de aportes económicos que merece ser reconocido y apreciado.
Para poner en perspectiva: la migración laboral mexicana hacia Estados Unidos, tiene sus raíces en el siglo XIX, y ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, consolidando a México como el principal exportador de migrantes en el mundo y uno de los principales receptores de remesas. Aunque gran parte del debate se ha centrado en los beneficios para los lugares de origen, la realidad es que la contribución más sustancial de los migrantes mexicanos se despliega en el país de destino, Estados Unidos.
Motor del Mercado Laboral: Entre 1994 y 2007, Estados Unidos creó 24.7 millones de empleos, y uno de cada seis fue ocupado por un mexicano. Los migrantes mexicanos satisfacen una creciente demanda en el mercado laboral estadounidense.
Impulso al PIB: La contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos por parte de los migrantes mexicanos se duplicó en 14 años, alcanzando en 2006 la cifra de 485 mil millones de dólares, representando el 3.7% del PIB estadounidense y el 57.7% del PIB mexicano.
Ingresos y Remesas: En 2006, los migrantes mexicanos percibieron 165 mil millones de dólares, equivalentes al 2.2% de la derrama salarial estadounidense. A pesar de constituir el 4.7% de la fuerza laboral, enviaron el 14.4% de este ingreso en remesas a México.
Consumo Dinamizador: Contribuyeron con 268 mil millones de dólares al mercado interno estadounidense en 2006, equivalente al 47% del gasto de consumo en México.
Aporte Fiscal: Aportaron 22 millones de dólares al fondo fiscal estadounidense por impuestos directos al trabajo en 2006, igualando la cantidad total de remesas enviadas a México.
Ahorro Educativo: México transfirió a la economía estadounidense 99 millones de dólares por costos educativos en 2006, ahorrando a Estados Unidos 723 mil millones al no tener que financiar la educación de esta masa laboral.
Costos de Reproducción: México transfirió 257 mil millones de dólares en 2006 por costos de reproducción, excluyendo educación. Estados Unidos ahorró un billón 261 mil millones al no asumir estos gastos.
Inversión Educativa: En total, México transfirió 356 mil millones de dólares en 2006 por reproducción e inversión educativa de sus migrantes, equivalente al 41.6% del PIB mexicano. Estados Unidos ahorró un billón 984 mil millones, el 15.2% de su PIB.
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