Redacción
Tijuana.- En los últimos días se ha observado la llegada de más familias rusas y ahora de Ucrania a Tijuana, desde donde intentan cruzar a Estados Unidos para pedir asilo. Algunos lo hacen de manera formal: presentan su caso a los agentes de migración norteamericanos, y otros se arriesgan a correr para pisar el suelo del país vecino y que este tenga la obligación de procesar sus solicitudes.
Autoridades de Migración de México en Tijuana calculan que a diario llegan un promedio de 20 personas, algunas en familia y con niños pequeños o personas mayores, para intentar pasar por la garita de San Ysidro, y según el director de Atención al Migrante del Ayuntamiento local, Enrique Lucero Vázquez, en cuatro meses se ha registrado la llegada de casi 6 mil 500 ciudadanos rusos.
En los últimos días, a partir de que inició el conflicto Ucrania-Rusia, la llegada es más constante, incluso el viernes el Ayuntamiento -a través de la Dirección de Atención al Migrante- entregó información con los números de emergencia y asistencia a migrantes a los rusos y ucranianos que llegaron a la garita a solicitar acceso a Estados Unidos.
El funcionario recordó que al iniciar el mes, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que se les otorgaría a las personas de nacionalidad ucraniana el Estatus Temporal de Protección, un programa que se les otorga a las personas provenientes de países en guerra, con desastres naturales, así como otras circunstancias extraordinarias y temporales.
Solo el viernes llegaron 18 personas, pero 10 eran de Rusia y Bielorrusia y ocho de Ucrania y mientras se les recibe y resuelve por parte de Estados Unidos, para las autoridades locales se hizo necesario contar con un intérprete, pues la mayoría de las personas de esas nacionalidades no hablan español ni inglés.
Lucero Vázquez aseguró que en caso de una llegada masiva de personas provenientes de Ucrania y Rusia que no pudieran ingresar a Estados Unidos de manera rápida y quedaran varados en Tijuana, se les ofrecerá albergue como a cualquier migrante que así lo requiera.
Sin embargo, la mayoría no acepta acudir a los albergues y se mueven por sus propios medios.
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