Cicuta
Jaime Flores Martínez
Aullidos
Viernes 7 de junio del 2024.- Enjuiciado públicamente por la periodista Anabel Hernández por saludar de mano a la mamá del Chapo Guzmán, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador podrá pasar a la historia como el mandatario que impulsó a su partido a convertirse en una organización criminal.
¡Los coyotes aúllan!
Mas allá de su talento político mostrado en las pasadas elecciones, su reputación está bajo la mira de la DEA.
Y es que no solo la periodista Hernández cuestiona el comportamiento del aun presidente ante—prácticamente— la mitad de la sociedad mexicana, es decir, al menos 50 millones de mexicanos.
Por una parte, es una realidad que López Obrador se dedicó a lo largo de su mandato a dividir a los mexicanos entre buenos y malos, entre chairos y fifís, aunque queda claro que eso no evitó que se volcaran por MORENA.
Para el primer mandatario los mexicanos que creen en él —son los buenos— mientras que los ricos y todo aquel que no comparte sus ideas es la gente mala.
Si partimos de esa premisa, entonces se entenderá por qué sus detractores lo llaman despectivamente “narcopresidente”.
Hace un par de semanas el columnista refirió lo riesgoso que resulta para AMLO las constantes críticas que lanza a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), la cual mantiene un expediente abierto que incluye nombre y actividades criminales cometidas por personajes de su primer círculo.
Aunque resulta difícil saberlo, la DEA puede tener información que involucraría directamente a AMLO como beneficiario de actividades criminales.
Por ejemplo, hace un par de semanas fue cuestionado sobre las evidencias que existen sobre el dirigente nacional de MORENA Mario Delgado Carrillo, quien formó mancuerna con el extinto empresario tamaulipeco Sergio Carmona Angulo en la realización del llamado Huachicol Fiscal.
Al aceptar implícitamente esas pruebas en contra de Delgado, el presidente levantó los hombros y dijo que —en todo caso— el propio Delgado debía resolverlo.
Quienes se dedican a interpretar el lenguaje presidencial, afirman que el presidente “se lava las manos” y abandona a su suerte al dirigente de MORENA, es decir, de su partido.
Para la DEA y para todos los seguidores de la conferencia mañanera está claro que, a principios de su gobierno, el presidente López Obrador dijo que compraría miles de pipas para aliviar los efectos del combate al huachicol, entendido como el robo de combustible.
Años después se conoció que esas pipas fueron utilizadas para el traslado de gasolina de Estados Unidos a México sin el pago de los impuestos correspondientes.
El “huachicol fiscal” lo diseñaron y operaron Mario Delgado y Sergio Carmona, este último identificado por Estados Unidos como “el rey del huachicol”.
Para cualquier persona con dos gramos de materia gris está claro que el presidente sabía que esas pipas no eran utilizadas para los fines que fueron adquiridas.
Hay quien afirma que las ganancias obtenidas por el huachicol fiscal fácilmente supera los 20 mil millones de pesos y la mayoría de ese dinero fue distribuido por Mario Delgado en las entidades federativas mexicanas que tenían elecciones en puerta.
Se estima que solamente en las últimas elecciones en los Estados de Sinaloa y Tamaulipas el monto que recibieron supera los 500 millones de pesos.
Anabel Hernández está convencida que López Obrador resultó beneficiado de las ilegalidades de Delgado y además apunta otras situaciones que evidencian la relación de AMLO con el narco.
En su más reciente libro Historias Secretas, Hernández alude con detalle el descenso que hizo del vehículo oficial para saludar de mano a la señora Consuelo Loera; sus intermitentes visitas al municipio de Badiraguato; la liberación de Ovidio Guzmán y su reiterada política de abrazos, no balazos, que al final de su mandato podría alcanzar la escalofriante cifra de 200 mil homicidios dolosos del primero de diciembre del 2018 al último de septiembre del 2024, fecha en que concluirá su mandato.
Delgado
Ya pasó la elección y las canillas de Mario Delgado deben temblar porque el presidente lo dejó a su suerte.
Delgado no accedió a un espacio en el próximo poder legislativo lo cual significa que no tendrá fuero.
Sus similares de los otros partidos tendrán su curul, léase Alejandro Moreno del PRI, Marko Cortez del PAN y Jesús Zambrano del PRD.
Mario Delgado quedó fuera y comenzó a escuchar los aullidos de los coyotes, de la DEA pues.
Positivo
Qué bueno que los jerarcas de los partidos políticos de oposición mostraron sensatez y madurez al aceptar los resultados electorales.
Cierto que algunos salieron a advertir que impugnarán, aunque hasta los más ingenuos saben que los resultados no cambiarán.
Y no cambiarán por una razón: la diferencia porcentual es abismal.
Así tenían que darse los resultados.
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